Todavía hay más de lo que recuerdo, una alineación de astros. Tus labios eran de metal, y los míos imantados. Una fuerza casi sobrenatural recorriéndonos las manos. Nuestro último, nuestro primer beso todavía no ha acabado. Sigue, que no se acabe el momento.
Holaaa!
ResponderEliminarhacia tiempo que no pasaba por aqui, esta mas mono tu blog, un saludoo!