martes, 3 de diciembre de 2013

Coraza

Puede que no te llene a simple vista.
No me parezco a aquellas modelos de las revistas,
ni tengo un cuerpo diez, ni soy la hija perfecta,
ni soy una amiga que te come a besos a todas horas.

Miro aquello en lo que poca gente se fija,
veo lo que nadie suele ver,
y retrocedo,
porque me da pena y rabia.
Me agobia que solo llevemos lupa para las fachadas,
que no se vea más allá de lo reluciente, o lo aburrido.

Da pena el hecho de no conocernos con esmero y detenimiento,
a traguitos pequeños,
poco a poco darnos trocitos de nosotros mismos,
y así,
dejar en la retaguardia las sorpresas escondidas.

La parte dura es lo que nos excusa de quedarnos ahí, solos.
Hablo de nuestra corteza, la cual nos protege del dolor,
pero una vez dentro, es todo mas fácil.
Va circulando como un rayo por cada arteria del cuerpo.
Pero ahí esta el problema, atravesarla.

Pero porque prefiero comerte con los ojos,
poco a poco,
beberte traguito a traguito.

Algún día aparecerá un rayo de luz que quite esa sombra,
y podrás verme clara,
pero que sepas que yo ya te conoceré,
porque te he observado mil veces sin que te des cuenta,
sin notarlo,
me habré enamorado tantas veces de cada gesto inconsciente que haces
que solo tendremos que dar el paso de conocernos por fin.

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