Y no quisiera estar incesantemente acordándome de él y de la primera vez que le conocí; y de lo mejor de todo, el instante en que le vi. Y supongo que sería una buena historia porque no a todo el mundo se le para el tiempo, la vida y hasta el reloj, cuando le ve. Y a mí me pasó. Y de qué me sirve llenarle de versos sin ni tan siquiera puede leerme, porque todos ellos van surcando su espalda.
Ahora entenderéis por qué no quiero escribir sobre él.
Ahora entenderéis por qué no quiero escribir sobre él.
Y lo he vuelto a hacer.
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